Orar es como lavar




“Sean constantes en orar.” 1 Tesalonicenses 5:16-24

¿Tú sabías que orar es como lavar? 
Cuando no lavamos la ropa, se nota, el mal olor nos delata 🤢 Cuando no oramos se nota enseguida, por la peste espiritual y emocional: andamos de mal humor, inquietos, abrumados o como que todo nos sale mal. 

Cuando tardamos mucho en lavar, el hamper se llena hasta el tope y no le cabe ni un mandao’. Igual nosotros si duramos muuucho tiempo sin orar el hamper de nuestro interior se satura y sentimos que no podemos ni respirar ni avanzar de tanta carga.

Por otra parte, el lavao no se acaba nunca, porque las prendas vuelven y se ensucian y otra vez a cargar la lavadora. Pues bien la oración debe ser así de frecuente, porque cada día tendremos situaciones que nos desgastan, debilidades y pecados que manchan la blanca vestidura de nuestra santidad. La oración es el diálogo con Dios en el se lavan las imperfecciones de nuestra alma, se renueva la alegría y fortalece nuestra esperanza, por eso en la#SegundaLectura de hoy el apóstol Pablo nos anima a orar constantemente. 

Y tú le dedicas tiempo a la oración? No? Qué esperas? Arranca hoy conmigo... Abba padre dame la gracia de buscarte con perseverancia en la oración, gozarme de tu presencia para que pueda conocer y proclamar tu grandeza y tus grandes obras por mí. En el nombre de Jesús, amén #CreeyVeras #MisMadejas

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